Un verdadero ejemplo de resiliencia ha sido el rescate del parque. Esto gracias al trabajo en equipo y el apoyo de diversas organizaciones, convirtiendo la adversidad en una oportunidad de renovación y unión comunitaria.

Un año después del megaincendio que afectó a la Región de Valparaíso, el emblemático Jardín Botánico surge como evidencia concreta de la resilencia de la naturaleza. El parque muestra señales prometedoras de recuperación, con especial énfasis en la preservación de especies nativas de flora y fauna, además de un renovado vínculo con la comunidad.
Alejandro Peirano, director del Jardín Botánico explica las consecuencias del incendio: «Hubo distintos grados de afectación, árboles que se quemaron directamente y árboles que sufrieron efecto por el calor. Los que tuvieron efecto por el calor rebrotaron más rápido porque no se quemó el tejido».
En particular, se perdieron especies exóticas, pero no hubo pérdida de vegetación nativa. «Eso es muy bueno porque lo que más queremos es que haya vegetación nativa aquí en adelante», comenta Peirano.

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