Tras figurar desaparecida un año, justicia Civil resolvió muerte de adulta de 77. En términos penales, en tanto, sigue siendo presunta desgracia.

A un año del megaincendio que arrasó poblaciones enteras en Viña del Mas y Quilpué, que dejó a 136 víctimas fatales -un aniversario trágico que hoy tiene al Gobierno Central y sus autoridades regionales en aprietos-, una de las tantas damnificadas encontró por estos días la justicia que tanto anhelaba.

Se trata de Paola Castillo Alfaro, de Achupallas, Viña del Mar, cuya madre, Rosa Alfaro Saldaño, figura como desaparecida y como víctima de una presunta desgracia desde el 2 de febrero de 2024. Pese a ello, los registros oficiales no la consideran como fallecida, lo que le impide a su hija a acceder a cualquier tipo de subsidio o beneficio pensando en la reconstrucción.
Fue el abogado de la región Raimundo Palamara quien la asesoró ad honorem, dice, para que al menos los tribunales civiles reconozcan la muerte de la madre y, así, Paola Castillo pueda comenzar a tramitar la reconstrucción.

La sentencia salió el 22 de enero pasado desde el primer Juzgado Civil de Viña del Mar, basándose en un cambio que se hizo en el Código Civil en 2012, a partir del accidente aéreo de Juan Fernández en el que fallecieron 21 personas, entre ellos Felipe Camiroaga. Con ese nuevo marco legal, cuenta Palamara, se puede dar por establecida la muerte de una persona tras haber ocurrido un hecho o un acontecimiento qe evidentemente es capaz de provocarla».
Si hasta el día de hoy el Ministerio Público reconoce 136 fallecidos y 3 presuntas desgracias -en las que se incluye a Rosa Alfaro-, la justicia civil le da un giro a esos números. El Juzgado Civil saca a Alfaro de lo presunto, y la convierte en la muerte número 137, aunque penalmente todo sigue igual. Sin embargo, sirve como antecedente para cambiar el caso que lleva el fiscal Osvaldo Ossandon.

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